LOOOL. xD
Hoy es el día de Brujas, ya comienza a olerse en el ambiente el Halloween. ¿Ya salieron a pedir calaverita? Yo saldré mañana =D
Les quería compartir un pequeño relato sorpresa que escribí, es un Disney Crossover: El collar de las brujas. Disfruten
¿Mi nombre? Soy
Taffyta. Tengo ocho años... o solía tenerlos en aquel entonces. Tengo dos
hermanos, Rapunzel que acaba de cumplir dieciocho años y Lewis, quién en ese
entonces tenía doce.
En mi familia,
el Halloween es una celebración que festejamos mucho, de no ser por la navidad
sería la festividad más importante para nosotros. Todos los años hacemos una
pijamada y contamos historia de terror, incluso es famosa en otras familias. La
llaman: La pijamada Robinson.
Ese año sería en
mi casa, que habíamos comprado hace dos meses, todos mis primos, tíos, abuelos
y amigos vendrían.
Yo estaba en mi
cuarto, más emocionada que nunca.
-
Taffyta-
me llamó Rapunzel
-
¿Qué
sucede, hermana?
-
¿Podrías
ir a la tienda de aquí junto por soda?
-
Claro
Salí decidida,
me encantaba ese tipo de misiones. Amaba sentirme grande.
Compré las sodas
y regresé a casa, por el camino encontré un bonito collar dorado, lo tomé y me
lo puse.
Me puse mi
disfraz de corredora, era muy lindo.
Lewis llegó con
su disfraz de científico.
-
¿Y?
¿Qué tal mi disfraz?- me dijo
-
Es
el mismo de todos los años.
-
Pero
es genial
Dos horas
después, alguien tocó el timbre.
-
¡Elsa!-
grité y le di un abrazo a mi prima.
Venía acompañada de mi abuela y mi abuelo. Mi abuela
traía sus “galleta- araña” y mi abuelo se había pintado en lugar de una carita
feliz, un fantasma.
Me abrazaron y dijeron que mi disfraz era lindo, Elsa
venía disfrazada de bruja, al igual que mi abuela. Mi abuelo estaba disfrazado
de calabaza.
Mis abuelos se fueron a saludar a mis padres.
Elsa y yo nos fuimos al cuarto de tele para comer
botana y hablar, Elsa tenía 21 años. Al rato, llegó Vanellope de nueve años y
su hermano Wilbur de trece años.
A las dos horas ya habían llegado todos, nos pusimos a
contar historias de terror. Luego cenamos pizza. Después las chicas nos
maquillamos con los ojos cerrados.
Luego fue el concurso de disfraces, Vanellope ganó con
su disfraz de Drácula.
Después nos pusimos pijama e hicimos una guerra de
almohadas, a las doce de la noche todos nos fuimos ya a dormir. Elsa, Vanellope
y yo dormimos en mi cuarto.
Mi hermano Lewis dormía tranquilamente hasta que se
despertó a las tres de la mañana, escuchaba ruidos. Despertó a Rapunzel y a
Wilbur
-
¡Rapunzel!
¡Wilbur!
-
¿Qué
quieres?- dijeron los dos enojados y a coro
-
¿No
escuchan?
-
Es
tu estómago, miedoso- contestó Wilbur.
Pero el ruido se
hacía cada vez más fuerte.
Los tres se
levantaron y salieron a averiguar que sucedía, los ruidos provenían de mi
cuarto.
Pegaron su oído
en mi puerta, pero no era la puerta rosa de siempre, ahora era de color negro.
Escuchaban
palabras en un idioma desconocido, sólo reconocieron una: Demonio.
Salieron
corriendo al cuarto de mis padres, como era de esperar no les creyeron.
-
Lo
esperaba de Wilbur y de Lewis, pero de ti Rapunzel, no. Me has decepcionado-
dijo mi madre.
Los tres salieron decepcionados y asustados, Wilbur se
armó de valor y decidió abrir la puerta.
Tan sólo vieron a una bruja de cabellos rizados y
negros, de ojos azules en su escoba saliendo por mi ventana con aquel collar en
su mano.
Se fueron a dormir muy confundidos, al otro día
escucharon el grito ensordecedor de Elsa y de Vanellope, Rapunzel entró
corriendo a mi cuarto. Elsa lloraba encima... de... Mi cadáver.
Cuándo Elsa despertó, me había encontrado muerta.
Había una nota, Rapunzel con lágrimas en los ojos y un
nudo enorme en la garganta leyó la
carta.
Tenía una letra manuscrita delicada.
Familia Robinson:
Su hija tenía algo muy
preciado mío, un collar. Y ustedes otra cosa muy preciada mía, mi casa. Todos
los años esta casa tiene un nuevo propietario, y todas las noches de Halloween
entro aquí, suelto un collar y el menor de la casa lo agarra. Este año fue el
turno de su hija ser el sacrificio en el ritual.
Gothel.
Quemaron la
casa, pero al día siguiente apareció intacta. Mi familia dejó de celebrar el
Halloween, ahora lo recordaba como un día de desgracia.
Y tú... ¿Estás
seguro de que no tienes un collar que no es tuyo?